Reseña del libro "El Túnel"

Libro: El Túnel
Autor: Ernesto Sábato
Escritor argentino. Ernesto Sábato se doctoró en física en la Universidad de la Plata e inició una prometedora carrera como investigador científico en París, donde había ido becado para trabajar en el célebre Laboratorio Curie. Allí trabó amistad con los escritores y pintores del movimiento surrealista, en especial con André Breton, quien alentó la vocación literaria de Sábato. En París comenzó a escribir su primera novela, La fuente muda, de la que sólo publicaría un fragmento en la revista Sur.


A través de la lectura de este libro, podrás darte cuenta de la visión del autor, la cual es particular a mí punto de vista, ya que logra transmitir, dar a entender y además lograr que uno logre sentir las emociones de los personajes.
Fue así como la primera vez que lo leí, me engancho la forma que tiene de relatar los sucesos ocurridos en la historia, lo cual lo vuelve bastante interesante. Es una lectura ligera, rápida y entretenida, por esta razón recomiendo este libro, además de dar una pequeña reseña de este:


Un artista, el cual posee un determinado estilo y más que estilo una técnica, ¿Quién podría pensar que tal ser humano, conciente, pensante y creativo sea capaz de matar?, Pues bien, Juan Pablo Castel es un pintor que describe su propia historia a través de migajas de información, dando a conocer su crimen, ya que es culpable de la muerte de la única mujer que pudo haber llegado a entenderlo. Dentro de los códigos informativos que él revela, da su punto de vista de aquellos vanidosos que aunque traten de ser modestos siempre actúan por vanidad, sí los hombres.
Artista o criminal presenta y desarrolla una actitud, un tanto irreverente ya que no lo interesa lo que piensen los demás de él y mucho menos lo que pienses tú de él, ya que el único motivo por el cual es escribe su obra maquiavélica es con la oscura esperanza de que al menos una persona pueda comprender sus razones de tal hecho.
En una de sus muestras de arte contemporáneas con un aire de tradicionalidad, decide presentar uno de sus tantos cuadros llamado “Maternidad”, el cual muestra a una mujer que miraba jugar a un niño, a simple vista, y lo único que notaban los críticos (los cuales eran charlatanes para nuestro pintor) solo María deslumbra aquella pequeña escena dentro del cuadro, donde hay una ventanita que insinúa la soledad absoluta de una mujer que mira fijamente el mar esperando algo. Al darse cuenta de esto él va en la búsqueda de la extraña mujer pero está se desvanece entre la multitud.
Desorientado la busca sin saberlo, entre las miles de caras de los tantos transeúntes diarios de la ciudad, y una tarde la identifica con claridad, sin pensarlo dos veces la sigue y la ve entrar al edificio de la compañía T, la vio esperar el ascensor y de un momento a otro conversa con ella, entre tantas trivialidades le pregunto sobre la ventanita del cuadro que vio, ella le contesta que sí y reiteradas veces la recuerda y se va corriendo.
Quedando perplejo Juan pablo no deja de pensar en ella, hasta que decide ir en su búsqueda, la coge del brazo y se la lleva a una plaza, le dice que la necesita porque sabe que ella piensa como él, esa misma noche hablan por teléfono y él le dice que no ha dejado de pensar en ella y que al día siguiente la volverá a llamar...